viernes, 3 de julio de 2009

POR 10 AÑOS Y MUCHOS MÁS....Canal N

Saludar a los muchachos de Canal N por sus 10 años al aire, brindando información y con ello fortaleciendo la democracia.

Que sean 10 y muchos más, la misión es llevar la objetividad a un país que lo pide a gritos.

sigan así y esperando algún día formar parte de esta casa :D

miércoles, 1 de julio de 2009

CUANDO EL REY SE VA..

El jueves 25 falleció el Rey del Pop (MICHAEL JACKSON). Muchos dicen sentir que han perdido una parte de sus vidas. Yo no sé si las perdí y es que para los 80 no había nacido. Sin embargo, tanto fue su impacto en la música, que muchachos de mi edad conociamos de él.

Hoy los de 40 lo extrañaran, nosotros los de 20 lo recordaremos, y los niños que por primera vez escuchan su nombre y ven los miles de reportajes tras su fallecimiento desean imitar sus pasos.

Por ello, una no puede ser ajena y por eso posteo este reportaje del porgrama Dia D que me pareció el más completo.

REPORTE:
PROGRAMA: DIA D




jueves, 25 de junio de 2009

Cuando el frío puneño se siente en la televisión limeña


En mayo, mientras revisaba Útero de Marita, blog del periodista Marco Sifuentes, me percaté de una ilustración que no necesitaba pedir a gritos que la leyeran. El dibujo de una mujer de la sierra con un niño en los brazos parada de espaldas en una ciudad fría y una frase a la mitad de ella -“Basta de indiferencia”- lo indicaba todo. Aludía al friaje que por estos meses afecta a Puno, Cusco, Arequipa, entre otros departamentos; un aviso que esconde entre sus letras el deseo de que disminuya las muertes por neumonía. Pensé que la imagen iba quedarse encerrada en las pantallas de las computadoras, en los blogs de unos cuantos que se animan a postear este asunto del que todos conocemos y del cual algunos se hacen de la vista gorda.

No obstante, apareció ‘Enemigos Íntimos’, programa conducido por Beto Ortiz y Aldo Miyashiro que me tiró una bofeteada- literalmente- y me callaron la boca al invocar la solidaridad que nos sobra. La indiferencia no se había borrado de nuestro vocabulario, sólo se encontraba tomando un descanso.

Mientras unos cuantos canales de nuestra televisión-basura continúan emitiendo las mismas tonterías de siempre, un programita limeño empieza a reivindicarse, deja de hablar y emitir reportajes fuera del contexto o crear shows mediáticos, peleitas sin razón; para informar la muerte de 140 niños puneños en un mes, que no esperaron las ganas del Gobierno. Indicar responsabilidad al ministro de Salud, Óscar Raúl Ugarte, no devolverá a la vida a los que han agonizado en Vilavila, Rosaspata. ¿Qué son estos, suena extraño?, pues no debería, estos son pueblos ubicados en Puno-Perú. Ya se sabe de quién es la responsabilidad de tan absurdas muertes, porque se pudieron salvar si los que nos gobiernan se preocupasen de que los medicamentos lleguen a sus destinos, si invirtieran más de 3 soles mensuales en alimentación por cada poblador puneño que necesita de los nutrientes para hacerle frente a una infección, Esta vez Beto, Aldo y el país se cansaron de acusar, es mejor actuar y no esperar.

La recolección de ropa en la puerta de Frecuencia Latina es una de las acciones más humanitarias que ha realizado en su carrera profesional el periodista Beto Ortíz y el director de teatro Aldo Miyashiro y es de aplaudir. Los aplausos aumentan su volumen el saber que las miles de donaciones tienen destino y es manifestado públicamente. Toneladas de pantalones y chompas esta vez sí tienen punto de llegada. Es grato reconocer que un programa, conociendo su alcance público, sirva de ejemplo a otros que se están sumando. La llamada a la solidaridad no es cuestión de rating, ni de autoproclamarse superhéroe, como lo indicaron los conductores. Es evitar que otro Jhon León Flores, bebé de dos años de tal departamento, muera frente a las cámaras de un programa periodístico y no poder hacer nada porque ya es tarde.

Enorgullece ver que los medios tradicionales dejen su fachada empresarial y se vuelvan solidarios cuando es pertinente. Quizá sea necesario instalar unos cuantos ‘Enemigos Íntimos’ en nuestros Gobierno ciego y sordo que continúan jugando Yankempo para ver a quiÉn esta vez le cae su castigo, que queda en el nada como siempre.

sábado, 30 de mayo de 2009

CAMPO LABORAL DE LOS NUEVOS CHEF PERUANOS



Si hay algo que está de moda en el país, ello es sin duda la gastronomía peruana. Nuestro arte culinario ha salido de su escondite y nos presenta a “Gastón Acurio y sus amigos chefs”; a un La Mar, un T’anta y un Astrid & Gastón que facturan alrededor de 60 millones de dólares al año; y una tierra afortunada de cultivar los insumos necesarios. Éstas y otras razones son responsables de que numerosos jóvenes se decidan por estudiar gastronomía, pero ¿existe el suficiente campo laboral para los futuros cocineros en Lima, o la mirada de los egresados tendrá que proyectarse hacía nuevos horizontes?

Hoy, quien quiere ser chef tiene la oportunidad de escoger dónde estudiar. “Es sorprendente ver la aparición de veintidós escuelas de cocina en los últimos años, cuando hace sólo una década no había más de tres”, señaló Gastón Acurio el 2006 al inaugurar el año académico en la Universidad del Pacífico. Laurent Colasseau, profesor de alta cocina en la Escuela de Chefs de la Universidad San Ignacio de Loyola, afirma lo mencionado por Acurio, pero indica que el nacimiento de tales instituciones ya está reduciendo el campo laboral en la capital, pese a que no se note de manera significativa. “Cada año están egresando un número considerable de cocineros de las veintidós escuelas y lamentablemente en Lima faltan restaurantes donde puedan desempeñarse. Además, desde mi punto de vista, la situación acerca del desarrollo profesional está en riesgo si se reflexiona que de noche a la mañana nacen otros establecimientos que no tienen la infraestructura necesaria, y ahí también hay muchachos estudiando”, expresa.

Pero para Colasseau, esta situación no es la única que ha originando la falta de trabajo. “Desde siempre, la mayoría de restaurantes no han empleado mano de obra calificada, los que se encuentran en la cocina son gente experimental, esos lugares deberían ocuparse por los nuevos chefs, pero el panorama no es así y tampoco creo que cambie”, expone.

Para Guido Gallia, director del Instituto del Alta Cocina D’ Gallia, la amplitud del campo laboral es un tema que no se discute y no se manifiesta a los jóvenes que aspiran a ser un Gastón Acurio. Para él, éste es uno de los puntos que se necesita hablar con los postulantes. “Los muchachos deben entender que concluir una carrera no significa poder encontrar un puesto de trabajo. Los nuevos chefs deben ser conscientes de que se hallan en una profesión que está persuadiendo masas y que su ingreso al campo laboral dependerá de sus ganas por perfeccionarse e innovar”. Además, Guido manifiesta que la atracción gastronómica ha generado una manera errónea de pensar en los interesados: ser cocinero no es el lindo chef que sale en la televisión o el que está en la revista de un blanco pulcrísimo. Se deberían preocupar por marcar la diferencia sabiendo que existe un riesgo de saturación. Gallia da una aproximación de 10 años para ello.

Tras este contexto, diversos personajes de la gastronomía han sugerido y criticado acciones que ejecutan los que concluyen la carrera. Para el dueño de D’Gallia, a la juventud le corresponde borrar de la cabeza que Lima es el Perú y mirar hacia lugares donde la mano de obra está siendo necesaria. “Departamentos como Cusco o Arequipa son visitados por miles de turistas y los restaurantes requieren brindar un servicio de calidad. Es ahí donde los muchachos deben presentarse o abrir un restaurante”. Colasseau concuerda con Gallia en que los alumnos miren más allá de la ‘Ciudad de los Reyes’ (Lima); sin embargo, ostenta que ser propietario de un restaurante no es lo primordial para el cocinero en un inicio. “No esta mal que tengan aquello como meta, pero para uno que recién está conociendo el mercado no es lo indicado. Cómo el alumno puede manejar un negocio sin tener experiencia laboral”. Al mismo tiempo señala que pese a los deseos de sus pupilos, acerca de ubicar sus restaurantes fuera de la capital, es todavía una cuestión delicada. “Falta mucho para mejorar las condiciones de accesibilidad a lugares turísticos y por ende a los centros de comida que se instauren, eso es algo que el Perú debe proyectarse a ejecutar lo más pronto posible. Al Gobierno le corresponde ayudar para que los buenos chefs se exporten dentro del país”, añade

Pero Gastón Acurio es ambicioso y seguro que los chefs y la gastronomía peruana tienen todo para ganarse los millones de paladares. Acurio imagina y lo ha dicho públicamente que se puede llenar el mundo de restaurantes peruanos y aconseja que no nos quedemos satisfechos con los recursos que poseemos, sino que hay que convertirlos en marcas. “Marcas peruanas es lo que los cocineros y empresarios peruanos tenemos que lograr para que los inversionistas no tengan una sino muchas opciones que escoger a la hora de decidirse por uno u otro concepto. A lo que me refiero es que los que amamos lo culinario debemos encontrar la filosofía en cada plato”. Para el profesor de la USIL la idea es interesante, pero todavía hay un largo camino por recorrer. “Ustedes como América Latina saben que su comida es deliciosa; no obstante, en Europa y otros países desconocen lo increíble que se come aquí. Decir que el mundo desee su gastronomía no es del todo cierto. Al Perú se le recuerda por Machu Picchu, el lago Titicaca o los problemas de terrorismo y no precisamente por lo primero. Se necesita mayor difusión y en eso debemos trabajar”, dice Colasseau.

Ahora, ser chef implicará estar en constante perfeccionamiento, en constante deseo de creación. Gallia, Acurio y Colasseau coinciden en que el cocinero no es aquel que copia la elaboración de los platos, sino el que le adhiere ese algo especial para volverlo suyo. Y ahí está la clave para tener acceso al campo laboral. Va haber trabajo siempre y cuando los egresados sean innovadores.

sábado, 18 de abril de 2009

Noche de "KISSES"en Lima

“Ojala lleguemos a tiempo para ubicarnos bien y disfrutar del concierto. No te imaginas como mis amigos de la universidad y yo cantábamos ‘I was made for lovin’ you’. La verdad éramos full Kiss”, le comenta un señor canoso a su quinceañera hija, quienes unos minutos después bajan rápido del bus rumbo al Estadio Nacional, perdiéndose entre la multitud de fanáticos, vendedores de entradas, policías, algunos medios de comunicación y un sin número de comerciantes creativos que no se sabe de donde han salido, pero que venden diversos artículos en donde se puede leer la palabra: Kiss.

Poco a poco, al igual que el señor y su hija que ya habían desaparecido, camino hacia el estadio y me percato que mientras más me acerco, aparecen grupos de jóvenes que no sólo están completamente vestidos de negro, con polos que tienen el nombre de la banda norteamericana de hard rock enorme, sino los rostros pintados de colores: blanco, negro y rojo. Las máscaras provisionales tapan sus identidades, enfatizan su lealtad por la banda, convirtiéndolos por unas cuantas horas en Paul Stanley y Gene Simons, integrantes legendarios de Kiss desde hace 35 años. En una cuadra de las dos que debo caminar hasta el nacional, ‘la estrella negra’ que resalta el ojo derecho de Stanley y ‘el demonio’ que oculta los ojos de Simmons pasan por mi lado en cantidades incontables. Todas las edades, hombres y mujeres se los han plasmado.

¿Cómo tanta gente a podido pintarse las caras?, me cuestioné terminando la primera cuadra y al empezar la siguiente descubrí la respuesta a mi pregunta. Uno tras otro, muchachos de ambos sexos se iban convirtiendo en verdaderos artistas del pincel, dejando de ser simples comerciantes. La habilidad creativa se iba afirmando como innata tras cada culminación de rostro pintado y la felicidad de los que lo poseían. Cual profesionales, los ‘principiantes Picasso’ tenían todo número de pinceles en sus maletas, delgados y gruesos que los sacaban del apuro, cada vez que se distraían al llamar al tumulto de fanáticos que iban llegando.

“Caritas pintadas de kiss. ¿Deseas?”, me pregunta Carmen Millas (25), mientras que recalca que esta cinco soles. “Te hago rapidito la máscara que desees. La estrella o la del demonio”, dice mientras pinta a un joven “la del demonio”, la de Gene Simmons. “¿Cuál esta pintando más?”, pregunto mientras una cola de diez personas se va formando. “La del demonio, pero tu puedes elegir la de la estrella. Las chicas se están pintando esa”, insiste. El joven que se encuentra tapando su rostro tiene los ojos cerrados y esta inmóvil, mientras que de rato en rato pregunta a su padre cómo le esta quedando. Al terminarle de caracterizar de Simmons, Zamire Valencia (14) casa la lengua como lo hace el bajista de la banda.

Mientras que observaba como pintaba Carmen, el número de jóvenes pintores de caritas había aumentado. A las siete de las noche, de los aproximadamente 30 se había triplicado, sólo en dos horas. La primera cuadra que al principio únicamente estaba copados por vendedores de polos negros y de carros convertidos en tiendas de ropa y posters había sido invadido por pinceles. Las llamadas de los comerciantes a la fanaticada se perdían entre cientos de voces y música. “Arriba Kiss!”, “¿Te pintamos?”, “Rock, oh Yeah”, “Polo de Kiss más cerveza a 15 soles”, “¿Dónde estas?, me estoy pintando la cara”, entre otras más que difícilmente se podía escuchar. Veintitrés mil personas de todos lados llegaban para corear, beber, disfrutar, sacar la lengua y por supuesto pintarse.

Atrás de donde Carmen trabajaba leí un cartel: “Pintamos caras de kiss”. El primer piso de dicha casas estaba convertido en misma área de caracterización como las que existen en canales de televisión. Diez mujeres pincelaban a la par, mientras Walter Gallardo (45) administraba el improvisado local y se alistaba para entrar al estado y esperar el concierto que se realizaría a las nueve de la noche.

- ¿Desde que fecha es fanático de Kiss?- le pregunto.
- Desde cuando apareció los discos de carbón, desde los setenta- responde con brillo en los ojos.
- ¿Fanático o moda?
- Fanático desde la universidad- reafirma mientras se mira la cara al espejo para percatarse que no se le haya corrido la tempera.
- Pero, ¿Por qué le gusta?
- Por la ropa que usan y su música. Un tiempo tuve mi club de fans.
- Entre todas las canciones, ¿alguna en especial?, pregunto para verificar su fanatismo.
- ‘Hotter than Hell’. En verdad me siento emocionado que hayan llegado el domingo. He esperado más de 25 años y he venido desde Trujillo – continua con ese brillo en la mirada.
- Entonces, ¿Inolvidable?
- 14 de abril, inolvidable. Arriba kiss!- grita eufóricamente.

Walter verifica que este su entrada perteneciente a la zona ‘destroyer’ en su bolsillo y luego me lo enseña con orgullo. Kiss army, Destroyer, Love gun, Unmasked, Creatures of the night, Rock and roll, Alive, Vip, Palco, Pysicho circus, Dynasty y Carnival of soul son las zonas determinadas por la empresa ArtEs Eventos para este mega evento.

Estar entre tantas caras pintadas y ropa negra, una se siente un bicho raro y se cuestiona si en verdad vale la pena colorearse ‘la estrella negra’ como me insistió Carmen o haberme comprado una entrada como la que tiene Walter. ¿Por qué nunca he escuchado hard rock y mucho menos a Kiss?, probablemente me este perdiendo formar parte de estos rockeros y corear: I was made for lovin’ you, Forever, I still love you, Hotter than hell y sus otras 45 canciones, pensé. Paul Stanley, Gene Simmons, Eric Singer y Tommy Thayer estaban dejando un recuerdo inolvidable en miles de corazones exaltados, mientras creativos comerciantes aumentaban.


KISS EN EL AEROPUERTO JORGE CHAVEZ-SU LLEGADA



KISS EN CONCIERTO- 14 DE ABRIL

TODO D'Onofrio...a un sol

“¡Gracias Perú! D’Onofrio te agradece su preferencia este verano, por eso este viernes 27 y sábado 28 cualquier helado que encuentres en los triciclos valdrá sólo un sol. D’Onofrio cerca de ti”

Me levanté con esa promoción en la cabeza, con el deseo de tener por lo menos cinco soles en mi bolsillo o tal vez más, y es que como nunca, me imaginé comprando y empachándome con los sabores: vainilla, fresa, lúcuma y chocolate que se puede encontrar en un helado Sin Parar, en un Dono Sándwich, en unas Morochas, en una Copa K-bana o en unos Bombones. La elección de qué helado escoger jamás se me hizo tan sencillo como en esa oportunidad, hasta tuve la desfachatez- aunque yo lo llamo astucia- de preparar mentalmente, con anticipación, la lista de helados que quería, el único requisito fue: ser el más costoso y obviamente el más grande.

Parecía que a la promoción se le alió el sol resplandeciente, ese que no permite abrir bien los ojos y que genera más que energía, un bochorno insoportable y unas ganas de encontrar como sea un triciclo de helados, o por lo menos escuchar la corneta que indica que te refrescarás en unos minutos. Pero esta vez no se escuchó y tampoco se le necesitó. Por primera vez habían perdido su autoridad, pero sobre todo su manera de persuadir. Los triciclos amarillo patito y su cartel “Gracias Perú, hoy todo a un sol” habían ganado.

Cómo habían persuadido los triciclos lo descubrí minutos después de salir rumbo a la universidad, y fueron estos mismos los que perturbaron mi mente y la mente de los que estaban a mi alrededor en el bus. Los demás, al igual que yo, volteaban a verlos pasar. Durante mi trayecto de 40 minutos en cuatro años, nunca había contado 15 de ellos en un viaje, mejor dicho, ni siquiera les había tomado la debida atención, como apuesto que los demás tampoco. Con el calor abrumador, un Sin Parar sabor a chocolate se me vino a la mente y comprendí que como sea debía obtenerlo y que aquellos que también seguían con la mirada a los carritos, formaban parte de mi competencia. Sólo rogaba poder comprarme uno a un sol y muchos más.

Cuando el bus llegó a la universidad, me percaté de la presencia de dos de los tantos triciclos heladeros y alrededor de cada uno a ‘jóvenes gallinazos’ en búsqueda de la mejor presa. “Enséñeme su barra de identificación, quiero ver, dónde esta su barra de identidad que compruebe que usted no esta aprovechándose de la situación para vender a cualquier precio los helados y haciendo combos, además la promoción decía cualquier helado a un sol señor”, acusaba a voz potente uno de los ‘gallinazos’ que percibía que la promoción no tenía nada de ‘un sol’. ¿No era a ese costo cualquier helado?, ¿Acaso no hay Bombones, ni Copa K-bana?, imposible que vendieran barato, me cuestioné, mientras me acercaba.

Poco a poco, las quejas empezaron a multiplicarse: “Lo que sucede es que usted es un vivo, ¿Quién es su jefe?, dígame para llamar ahora mismo”, “¿Cómo que a partir de dos soles es la promoción?”, “Esto es una estafa”. Lo último dicho provocó que la empresa colgara un comunicado en su página Web. D’Onofrio expresaba que había recibido numerosas llamadas indicando el surgimiento de problemas para acceder a la oferta y que por ende, desde las primeras horas se habían tomado las medidas correctivas. Luego de ello, ratificaban el haber puesto más de 5 millones de unidades de todo su portafolio cuyos precios eran igual o mayor a un sol, ya que eran los más interesados que la promoción llegase a todos los peruanos. “Lamentamos que existan heladeros que hayan querido aprovecharse de esta situación, generando malestar entre los consumidos”, escribieron al final.

Con un sol en la mano me sumergí entre el tumulto decidida a conseguir por lo menos uno de esa lista predeterminada de helados. “Un helado, por favor. ¿Cuál tiene? ¿Tiene Morochas o mejor un Sin Parar?, déme un Sin Parar, ¿un sol, verdad?, así dice en el comercial”, afirmé y tomé una postura seria. “No señorita, así no sale”, me respondió mientras cerraba la tapa de su triciclo ante el peligro de que el público quisiera abrirla y ver si en realidad no tenía los helados que cada uno pedía. “¿Cómo que así no sale, entonces cómo es la cosa, acaso no iban a vender todos los helados a un sol?”, insistí con el propósito de saber cuantas quejas más podía soportar. Él, ofuscado y cansado de repetirle a todos lo mismo, me dijo: “La promoción es así: me das dos soles, te doy un vasito y te regalo un bb o una Inka-Cola, o sino me das tres soles que es un Sin Parar y te llevas dos de hielo”. Me reí sarcásticamente con mi sol en la mano, no era la única que se creía astuta.

-¿Me va a dar a un sol el Sin Parar, si o no?, no te pases de vivo con eso de las promociones.
-No, así no es la cosa, aquí hay combos, sale a partir de dos soles. Usted nomás se quiere llevar la carnecita, lo grandecito, usted también es una viva- contestó.
-No amigo, aquí tú y yo somos los vivos.
¿Quiénes son los vivos? es la pregunta que la Fiscalía de Competencia Desleal del Indecopi tendrá que responder, ante la denuncia impuesta el 27 por la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios. Aspec manifestó la elaboración de publicidad engañosa por parte de D’Onofrio, además de atribuirle responsabilidad sobre el incumplimiento de la oferta por parte de los heladeros. Los miles de usuarios, que como yo sea acercaron con un sol para comprar todos los helados posibles sabrán dentro de tres meses la respuesta de la demanda, mientras que la empresa es posible que pague hasta 700 UIT ( S/. 2’ 485.000).

jueves, 22 de enero de 2009

Supermercados a la orden!

Es facinante ver como el Distrito de Los Olivos a progresado poco a poco, en lo que se respecta a su economía, y es posible que ello se deba por el mercado que brinda y la visión positiva de los empresarios, los cuales apuestan por ubicar sus empresas en distintos puntos de este distrito.
Nada desapercibido ha pasado la inaguración de los Supermercados: Plaza Vea, teniendo hoy por hoy, dos de ellos en nuestra populoro localidad, pero sobre todo, que estos dos se encuentran relativamente cerca.
El primer Plaza Vea se encuentra ubicado en la avenida Antunez de Mayolo donde antes fue Santa Isabel y aunque no es tan grande, su número de clientes es significativo, teniendo presente que a escasas cuadras se encuentra el tradicional Mercado de Covida. El segundo Vea, se encuntra en la avenida Universitaria y su inaguración es reciente. Éste nuevo Vea sorprendió, ya que el distrito se había acostumbrado al Vea de Mayolo y al archi-conocido y querido METRO.
Y es que los Veas nos estan invadiendo (literalmente), y ello no es malo, por el contrario, la creación de estos Veas genera nuevos puestos de empleo para los tantos jóvenes de nuestro Distrito que buscan una oportunidad laboral. Para las amas de casa, les facilita la vida, ya que ahora pueden comprar ese ingrediente que justo se les habia acabado. Lo obtienen rápido y sin caminar mucho. Para el público en general, asegura una alimentación de calidad. Pero sobre todo para nuestros bolsillos (lo más importante ahora, por la situación de la economía nacional), ya que Vea sabe cual es su otra competencia y las rebajas y promociones que brinda, nos beneficia!!
Dos Veas en Los Olivos, un tercero tambíen cerca en el distrito de Independencia y un Metro al costado del de Independencia es más que suficiente por ahora. Tenemos un abanico de posibilidades para poder hacer las compras. No obstante, y eso quisiera recalcar, es importante el darnos cuenta como ésto, lastimosamente, afecta a los mercados aledaños y tradicionales. Los cuales, para buena suerte no se estan quedando atrás y están remodelando su imagen para brindarnos, a nosotros-sus antiguos clientes, un ambiente limpio, queriendo estar a la par de los Supermercados.
Los Olivos esta en la mira de los empresarios. Así como nosotros estimamos a los Supermercados por los productos y facilidades que nos dan, queda en ellos el engreirnos constantemente, porque nuestro Distrito, hoy en día, se ha convertido en una urbe exquisita.